AGAPITO DE CRUZ FRANCO
Aquí, el turismo ha sido prioritariamente de sol, playa y paisaje. El cultural se ha añadido últimamente al folleto del visitante como un elemento más de la oferta. Sin embargo nunca ha habido olfato para explorar todo un etéreo cosmos subtropical. A la gastronomía, el folklore, o la búsqueda de una dorada piel bajo los benefactores rayos de Magec, le falta explotar el olor. La isla tiene en este aspecto un filón, que, bien gestionado, serviría para atraer un turismo de narices, y paliar, en parte, la súbita crisis repentina que nos acogota.