El crujido de Dulce Xerach
Su penúltimo post asegura que la dimisión de Ana Oramas y su sustitución por Fernando Clavijo estaba prevista y pactada con la dirección desde antes de las elecciones. Y es cierto, lo sabía todo el mundo, se publicó ya entonces y se ha contado también ahora.Pero que lo diga Dulce Xerach tiene más morbo, así que la han llamado a capítulo, por ir a su aire. Esta tarde van a leerle la cartilla y quizá le pidan que deje el blog o que sólo cuelge fotos de Paulino en traje de mago y resoluciones congresuales empapadas de rancio patriotismo. Mientras dure, yo voy a seguir atento a su blog. A lo mejor nos da alguna sorpresa.
El ’blog’ de una parlamentaria