Los expertos piden la evaluación "urgente" de los menús escolares
Algunos colegios consultados por este periódico coinciden en el destierro de la bollería del menú escolar, encargado en la mayoría de los casos a empresas de catering.La privatización de la mayoría de los comedores escolares ha traído consigo la merma en la calidad de un servicio básico para la salud presente y futura de los canarios. Paulatinamente (o paulinamente, que viene a ser lo mismo en esta caso) a la privatización de los mismos, ha descendido la calidad de la dieta de nuestros jóvenes, con un aumento progresivo de las grasas saturadas y de la comida recalentada o mantenida en calor y preparada fuera de los centros. La necesaria búsqueda del beneficio por parte de las empresas de catering, ha traído como consecuencia la bajada de la calidad en pro de la obtención de mayores beneficios. Todo esto, propiciado por los sucesivos gobiernos canarios, que como este de Rivero, no se recatan en culpar a los comedores de gestión pública directa (que son los que invierten en salud) como los responsables del mal funcionamiento de los comedores escolares para esconder su mala gestión.
Los padres quieren que el negocio que supone el servicio de comidas en la mayoría de los centros públicos no implique detrimento en la calidad del almuerzo que toman sus hijos de lunes a viernes. "No puede ser que se convierta más en negocio y se pierda de vista la calidad de un servicio como éste"..
Un negocio suculento
La gestión indirecta de los comedores escolares, contratando el servicio a un catering, es creciente y mayoritaria en la provincia de Las Palmas. En Gran Canaria prácticamente las cocinas en los colegios ya son algo del pasado, propia de centros antiguos o del ámbito rural. "De hecho", explica Luis Gil, presidente de la Federación Insular de Apas Galdós, "los colegios práctica- mente se construyen sin ese espacio de la cocina, que antes era una dependencia más contemplada en el proyecto"Los padres quieren que el negocio que supone el servicio de comidas en la mayoría de los centros públicos no implique detrimento en la calidad del almuerzo que toman sus hijos de lunes a viernes. "No puede ser que se convierta más en negocio y se pierda de vista la calidad de un servicio como éste"..